Esto parece haberse convertido en hábito.
Nos fuimos a Alcoi, a un paraje conocido como la font roja.
Comenzamos la ruta en plano, Manel quejándose de que eso no era escalar
hasta que entramos en el sendero entre árboles y entonces sí.
Lo malo es que se puso a llover (lo habían avisado, pero no les creimos) y tuvimos que dar la vuelta a mitad de camino.
Una excusa para volver otro día, que vale la pena.
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